Apositos para cicatrizar heridas

Tipos de heridas

Con un arsenal cada vez mayor de herramientas para el cuidado de heridas, diferentes marcas y materiales de apósitos, junto con la falta de grandes ensayos clínicos comparativos prospectivos aleatorios que proporcionen pruebas firmes, el clínico puede enfrentarse a una situación difícil cuando se dispone a elegir el apósito apropiado entre las aparentemente interminables opciones disponibles para una herida concreta.

El tiempo que se dedica a elegir el material de apósito clínicamente correcto y a confeccionar un apósito limpio que cubra la zona herida no sólo es una buena medicina, sino que también proporciona una evidencia visible de los estándares de la clínica y es muy tranquilizador para los pacientes, sus amigos y su familia. Para ayudar en esta decisión, lo mejor es tener en cuenta las características generales de la herida y los objetivos del tratamiento, y adecuarlos al apósito apropiado.

Se ha demostrado que las heridas cubiertas con un apósito oclusivo se curan un 40% más rápido que las expuestas al aire [1]. Se cree que esto se debe a una mayor migración de queratinocitos debido a la humedad, a la contención del líquido de la herida rico en factores de crecimiento, a la creación de una corriente electromagnética y a la prevención de la infección. Los apósitos oclusivos también permiten que se produzca la epitelización en la superficie de la herida, mientras que en las heridas abiertas el epitelio migra bajo una costra desecada y una dermis desvitalizada. Además, los fibroblastos pueblan la herida al cabo de 48-72 horas y su crecimiento se ve potenciado por el bajo nivel de oxígeno y el alto nivel de lactato, lo que también puede explicar la ayuda de los apósitos oclusivos [2].

La herida no cicatriza

Un enfoque estructurado es esencial, ya que el error más común en el tratamiento de heridas es apresurarse a seleccionar los últimos y mejores apósitos para heridas sin pensar realmente en la etiología de la herida, el tipo de tejido y el objetivo inmediato.

Si esto no es posible, deben seleccionarse los apósitos que se sabe que ayudan al desbridamiento autolítico y utilizarse según las instrucciones del fabricante. Un aspecto importante que hay que tener en cuenta es que al desbridar las heridas autolíticamente la herida puede parecer más profunda

El tejido infeccioso se elimina mejor cuando es posible empleando los mismos métodos que con el tejido necrótico. Es necesario prescribir antibióticos cuando la herida está causando una infección sistémica. Hay que tener cuidado al desbridar los tejidos infectados

Sin embargo, si la herida está infectada localmente, el clínico puede optar por tratar el tejido infeccioso con desbridamiento y antimicrobianos tópicos (no antibióticos tópicos) (Lipsky & Hoey 2009). Los antibióticos tópicos pueden utilizarse en circunstancias específicas

El tejido pálido y rosado/malva que suele encontrarse en los bordes de las heridas, que curan por segunda intención, requiere protección. Si la herida es superficial/de espesor parcial, también pueden encontrarse islas de epitelio que brotan de los apéndices de la piel.

Cómo vendar una herida

Desde que se es niño, el cuidado de las heridas ha sido una parte esencial de la vida. En la mayoría de los hogares, un rasguño en la rodilla significaba un antiséptico y una tirita, pero ¿es ésa la mejor manera de tratar todas las heridas? Lo más probable es que, a día de hoy, no esté tratando las heridas correctamente. En lugar de limitarse a poner una tirita en todo, hay una forma mejor, que aumentará la curación y disminuirá los riesgos.

El tratamiento de las heridas es diferente en cada persona y a menudo depende de una serie de factores. La edad y el tipo de piel son dos cosas que cambian la forma de tratar una herida y evitar la infección. Otros factores dependen del tipo de herida, la localización y la gravedad, entre otros.

Evitar la infección es esencial, pero el tratamiento de las heridas hace mucho más que eso. Cuando se cuida correctamente una herida utilizando los apósitos adecuados, el tiempo de curación aumenta y el cuerpo se mantiene protegido. El tipo de apósito que debe utilizar depende de varios factores. Algunos de ellos son el tipo de lesión, su tamaño, su localización y la gravedad de la misma. En este artículo, conoceremos mejor los distintos tipos de apósitos disponibles para tratar una serie de lesiones y cuándo es necesario utilizar cada uno de ellos.

Avances en el cuidado de las heridas

Son muchos los factores que intervienen en la cicatrización de las heridas, y el proceso de curación no es estático. Está documentado el efecto terapéutico de los apósitos modernos en el tratamiento clínico de las heridas. Sin embargo, existen pocos informes sobre la selección razonable de apósitos para determinados tipos de heridas en la clínica. En este artículo, hacemos una retrospectiva de la historia del desarrollo de los apósitos y de la clasificación de los apósitos modernos. Además, se resumen los pros y los contras de los principales apósitos modernos para la cicatrización de diferentes heridas, como las úlceras del pie diabético, las úlceras por presión, las quemaduras y escaldaduras y las úlceras crónicas de las piernas, así como los mecanismos fisiológicos que intervienen en la cicatrización de las heridas. Este artículo proporciona una guía clínica para seleccionar los apósitos adecuados según los tipos de heridas.

Los daños físicos o térmicos pueden causar defectos o interrupciones en la epidermis de la piel o las mucosas, formando una herida (Singh et al., 2013). Las heridas se clasifican en agudas o crónicas. Las heridas agudas pueden recuperarse en un corto periodo de tiempo. El tamaño, la profundidad y el grado de lesión de la herida son factores que influyen en el proceso de curación. Sin embargo, el proceso de cicatrización de las heridas crónicas es más largo y diferente al de las heridas agudas (Schreml et al., 2010). La cicatrización de las heridas agudas se produce de forma normal, ordenada y oportuna durante todo el proceso. Sin embargo, la reparación de los traumatismos crónicos de esta manera es un reto, y es difícil restablecer la estructura y la función anatómica normal (Tarnuzzer y Schultz, 1996; Borda et al., 2016).

Author: Gustavo Ferrer