Seguro de enfermedad en Bélgica
En la insuficiencia cardíaca, el corazón no puede bombear la cantidad adecuada de sangre a todo el cuerpo. Esto hace que la sangre se acumule en las venas. Puede provocar una acumulación de exceso de líquido en los pulmones, los pies y otros lugares. La insuficiencia cardíaca puede empeorar con el tiempo. Los órganos vitales pueden resultar dañados por el bajo flujo sanguíneo. Los médicos suelen ser agresivos en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca para intentar evitar el empeoramiento y el daño a otros órganos.
El médico le preguntará sobre los síntomas y el estado de salud anterior. Se realizará un examen físico. El médico puede observar cambios causados por la insuficiencia cardíaca, como la acumulación de líquido en las piernas. También puede oír sonidos anormales al auscultar el corazón. Pueden realizarse análisis de sangre para buscar ciertos marcadores de cambio en el corazón.
El tratamiento variará según la persona y a lo largo del tiempo. El plan de atención requerirá la participación del paciente y del equipo de atención. El seguimiento diario del peso y los síntomas ayudará a detectar los cambios de forma temprana. El tratamiento rápido de los cambios puede reducir el empeoramiento y otros problemas.
Otros dispositivos pueden ayudar a sostener el corazón. Pueden ser necesarios a corto plazo para ayudar a la recuperación de una lesión o enfermedad. También pueden servir de apoyo al corazón en las últimas fases de la insuficiencia cardíaca hasta que pueda realizarse un trasplante. Estos dispositivos aumentan la cantidad de sangre bombeada al cuerpo sin aumentar la carga de trabajo del corazón. Algunos ejemplos son:
Sistema sanitario belga
La congestión, o sobrecarga de líquidos, es una característica clínica clásica de los pacientes que presentan insuficiencia cardíaca, y su presencia se asocia a un resultado adverso. Sin embargo, la congestión no siempre es evidente desde el punto de vista clínico, y pueden ser útiles medidas más objetivas de la congestión que el simple examen clínico. Aunque los diuréticos son la base del tratamiento de la congestión, ningún ensayo aleatorio ha demostrado los efectos de los diuréticos en la mortalidad de los pacientes con insuficiencia cardíaca crónica. Además, no está claro el ajuste adecuado de los diuréticos en esta población. Es necesario investigar para determinar si un método sólido para detectar -y luego tratar- la congestión subclínica mejora los resultados.
La insuficiencia cardíaca (IC) es uno de los motivos más frecuentes de ingreso hospitalario. Se asocia a largas estancias en el hospital, y tiene una elevada morbilidad y mortalidad intrahospitalaria y tras el alta, tanto si la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) está reducida (ICFRE) como si es normal (ICFNE).1,2 La congestión, o sobrecarga de líquidos, es una característica clínica clásica de los pacientes que presentan IC. En algunos pacientes, la congestión pulmonar se desarrolla muy rápidamente debido a un aumento repentino de las presiones de llenado del VI, y a menudo se reconoce un factor precipitante, como la isquemia miocárdica aguda o la hipertensión no controlada. En esta circunstancia, el edema se localiza predominantemente en los espacios aéreos pulmonares (edema pulmonar), mientras que la cantidad total de líquido en el sistema cardiovascular permanece inalterada.3 Sin embargo, para la mayoría de los pacientes, la congestión es un proceso más generalizado que suele desarrollarse de forma más gradual (edema periférico), y su tratamiento será el tema central de esta revisión.
Líquidos Iv en la insuficiencia cardíaca
Aunque la trombocitopenia asociada al alcoholismo crónico puede estar relacionada con las complicaciones de la cirrosis (por ejemplo, el secuestro de plaquetas en el bazo debido a la hipertensión portal, la escasa producción de plaquetas y el aumento de su destrucción) (1), también puede producirse en ausencia de cirrosis debido al efecto tóxico directo del alcohol sobre la producción y la supervivencia de las plaquetas (2).
En un estudio prospectivo de pacientes que ingerían el equivalente a un quinto o más diario de whisky de 86 grados admitido para el tratamiento de la abstinencia alcohólica -sin evidencia de enfermedad hepática grave, infección o sepsis-, el 81% presentaba recuentos plaquetarios iniciales inferiores a 150.000/µl, y aproximadamente un tercio tenía recuentos plaquetarios inferiores a 100.000 µl (tan bajos como 24.000/ul) (3).
En la mayoría de los pacientes, transcurrieron 2 o 3 días antes de que el recuento de plaquetas empezara a aumentar de forma significativa, alcanzando un máximo entre 5 y 18 días después del ingreso. Otros han informado también de que los recuentos de plaquetas se elevan en 5-7 días y se normalizan en unas pocas semanas tras la abstinencia de alcohol (1); las complicaciones hemorrágicas han sido infrecuentes en este contexto.
Fisiopatología de la sobrecarga de líquidos en la insuficiencia cardíaca
En este post queremos dar a conocer el síndrome de la banda iliotibial (ITBS) o lo que más comúnmente se conoce como “cinturón del corredor”. El especialista en fisioterapia y doctorando en Ciencias de la Salud Javier Escanez Parrot, de Especialidades Clínicas Crónicas, nos aclara varias dudas sobre una de las principales causas de dolor de rodilla entre corredores y ciclistas.
En toda patología a la que nos referimos como síndrome, el origen no está bien determinado. Por ello, existe una disparidad en las formas de abordarlo así como una variedad de resultados obtenidos con los tratamientos actualmente disponibles.
Como ya hemos adelantado, se trata de una lesión que suele asociarse a los corredores y que es la principal causa de dolor lateral de rodilla en estos deportistas (1). Pero que esta información no sea engañosa, ya que también es una lesión que puede producirse en los ciclistas, alcanzando así hasta el 15% de las lesiones de rodilla en el ciclismo (2). En definitiva, es una lesión muy integrada en nuestra sociedad, acumulando el 22% de las lesiones de la extremidad inferior (1, 2).