Como cuidar los pechos en la lactancia

Cuidados del pecho

Sí. Durante los primeros días o semanas después del parto, es posible que sienta fuertes calambres en el útero, similares a los de la menstruación, cuando la leche “baja” (comienza a fluir). Se trata de que el útero vuelve a tener un tamaño más pequeño.

Durante los primeros 2-5 días después del parto, es normal que los pechos estén congestionados (muy llenos), ya que la producción de leche aumenta. Pero si tu bebé mama (o tú te sacas leche) cada 2 ó 3 horas, tus pechos no deberían estar congestionados.

La congestión mamaria puede provocar dolor en los pechos o una infección mamaria. Así que es mejor evitarla. Cuanto más esperes para dar el pecho o sacarte leche, más incómodos y congestionados estarán tus pechos.

Si no puedes alimentar a tu bebé de inmediato, utiliza compresas calientes e intenta sacarte la leche con un sacaleches o manualmente. Una forma de extraer la leche es poner el pulgar encima de la areola y un dedo debajo. Presiona suave pero firmemente el pulgar y los dedos contra la pared torácica. A continuación, comprime los dedos para extraer (expulsar) la leche.

Cuando los bebés se enganchan correctamente, algunas madres sienten unos momentos de incomodidad al principio de la sesión de lactancia. Después, las molestias deberían remitir. Es posible que sientas un suave tirón en los pechos mientras el bebé se alimenta, pero no debería doler.

Pechos secos durante la lactancia

Hoja informativa sobre cómo aumentar la producción de leche maternaAumentar la producción de leche maternaLa producción de leche es un proceso de oferta y demanda. A medida que se retira la leche de los pechos, el cuerpo recibe la señal de producir más leche. Cuanto más frecuente y exhaustivamente se vacíen los pechos (aunque los pechos nunca están realmente “vacíos”), más rápido intentarán volver a llenarse.

La oxitocina, que favorece la “bajada” de la leche o el flujo de la misma hacia el bebé. La “bajada” puede producirse como una sensación de hormigueo y pinchazos en el pecho, pero es posible que no lo notes hasta que el bebé tenga un mes de edad. Algunas madres no sienten la bajada de leche, pero puede que notes que tu bebé empieza a mamar más lenta y profundamente o que tú tengas sed. Durante la bajada de leche, algunas madres pierden leche del otro pecho cuando están amamantando.

Cómo cuidar los pechos cuando sube la leche

Cuando el bebé empiece a mamar de nuevo, es posible que beba, pero si no vuelve a mamar bien, vuelve a comprimir el pecho. Sigue haciéndolo hasta que sientas el pecho blando y vacío y el bebé ya no beba mientras lo comprimes. A continuación, ofrece a tu bebé el otro pecho y, si se cansa, vuelve a comprimirlo.

A medida que el bebé crece, aumenta su apetito y pide más tomas. Si le das el pecho con más frecuencia, tu leche materna aumentará para adaptarse a las necesidades de tu bebé. Los brotes de crecimiento se producen en cualquier momento, pero suelen darse en torno a las 6 semanas, los 3 meses y los 6 meses.

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Dolor en los pezones al extraer la leche materna

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Notará que sus pechos cambian mucho durante el embarazo y la lactancia. Las areolas pueden oscurecerse y aumentar de tamaño, y las hormonas del embarazo hacen que el tejido mamario crezca y se prepare para producir leche materna. Después, tras el nacimiento de tu hijo, la producción de leche materna se pone en marcha y tus pechos empiezan a llenarse de leche materna.

Si estás amamantando y/o extrayendo leche, los pechos no requieren ningún tratamiento especial, pero el cuidado, la concienciación y la higiene adecuados son especialmente importantes para ayudarte a sentirte más cómoda y evitar algunos problemas potenciales de la lactancia, como las infecciones o los pezones doloridos.

En realidad, no hay nada especial que debas hacer por tus pechos durante la lactancia, más allá de la limpieza básica, el control del equilibrio de la humedad de la piel (un exceso de sequedad puede provocar grietas y un exceso de humedad puede generar gérmenes) y la observación de cualquier cambio que pueda requerir atención.

Author: Gustavo Ferrer