¿Qué significa que el oído izquierdo esté caliente y rojo?
Oídos rojos: es algo que ocurre ocasionalmente y suele tener una explicación fácil. El oído externo tiene una piel delicada y sensible y está formado por “colinas y valles” que recogen las ondas sonoras y las canalizan hacia el canal auditivo. Pero, a veces, pueden ocurrir cosas que provoquen lo que se denomina vasodilatación, en la que la sangre fluye hacia el oído externo y hace que éste aparezca rojo, caliente e irritado.
La mayoría de las veces, el color vuelve a la normalidad por sí solo y el oído no se resiente. Sin embargo, a veces puede estar relacionado con un problema médico que requerirá una visita al médico y una posible prescripción.
Es posible que haya oído la frase “a esa persona le sale humo de las orejas” o “le arden las orejas”. Son frases hechas comunes que utilizan las orejas rojas y calientes para denotar una emoción: ira, ansiedad, frustración. Pero aunque estas frases formen parte de la jerga popular, hay situaciones o condiciones reales que pueden hacer que tus oídos se pongan rojos y calientes.
Veamos 10 posibles causas. En primer lugar, veremos algunas de las causas más comunes que no deberían ser motivo de alarma. A continuación, veremos las afecciones del oído inflamado que pueden ser dolorosas y requerir tratamiento médico.
La oreja izquierda arde como una llama gemela
Si te arde la oreja derecha, alguien está hablando bien de ti. Esta es una de las cientos de supersticiones que Fletcher Dresslar recoge en su libro de 1907, Superstition and Education. Las obtuvo de estudiantes de California simplemente repartiendo hojas de papel en blanco y pidiéndoles que escribieran todas las supersticiones que se les ocurrieran. Dresslar describe su proyecto como “un intento de asomarse a ese reino mental oscuramente velado, pero interesante, que alberga los restos mejor conservados de nuestra evolución psíquica” (pág. 2). Al hacer balance de su variopinto catálogo, Dresslar no pudo evitar advertir algunos patrones. Por un lado, las supersticiones que mencionan el lado izquierdo del cuerpo -ya sea la oreja, el pie o la mano- tienden a ser oscuras y premonitorias; las que mencionan el lado derecho son francamente alegres. Los datos cuantitativos que presenta muestran esta asimetría con bastante claridad:
¿Qué significa que el oído izquierdo pica y está caliente?
En su famoso Mucho ruido y pocas nueces, el mundialmente conocido dramaturgo William Shakespeare pregunta “¿Qué fuego hay en mis oídos?”. Hoy en día esta antigua frase inglesa se traduce en el modismo moderno “¡Me arden las orejas!”.
El refrán tiene su origen en los antiguos romanos, que creían que las diferentes sensaciones en el cuerpo eran señales de acontecimientos actuales o futuros. Curiosamente, la antigua creencia de que la izquierda significa el mal y la derecha el bien, también se aplica aquí. Si a una persona le arde la oreja derecha, se cree que está recibiendo una alabanza, pero una oreja izquierda ardiente indica que es objeto de una mala intención.
Hoy en día, la expresión suele connotar un cierto nivel de incomodidad con la idea de que se habla de ti “a tus espaldas”. En este sentido, “me arden las orejas” se traduce como “estoy avergonzado”.
Pero ¡escucha! Si usted o un ser querido puede estar sufriendo ardor o picor de oídos, no se avergüence. La dermatitis del conducto auditivo se produce cuando la piel del conducto auditivo y de su entorno se inflama. La otitis media (infección del oído) también puede causar dolor de oído, así como la picazón. Sepa que la Clínica Shea de Nariz y Garganta está aquí para usted y llámenos al (901) 761-9720. ¡Vamos a detener el ardor y darle algo que hablar!
¿Qué significa que te arden los oídos?
Si te arde la oreja derecha, alguien está hablando bien de ti. Esta es una de las cientos de supersticiones que Fletcher Dresslar recoge en su libro de 1907, Superstition and Education. Las obtuvo de estudiantes de California simplemente repartiendo hojas de papel en blanco y pidiéndoles que escribieran todas las supersticiones que se les ocurrieran. Dresslar describe su proyecto como “un intento de asomarse a ese reino mental oscuramente velado pero interesante que alberga los restos mejor conservados de nuestra evolución psíquica” (pág. 2). Al hacer un balance de su variopinto catálogo, Dresslar no pudo evitar advertir algunos patrones. Por un lado, las supersticiones que mencionan el lado izquierdo del cuerpo -ya sea la oreja, el pie o la mano- tienden a ser oscuras y premonitorias; las que mencionan el lado derecho son francamente alegres. Los datos cuantitativos que presenta muestran esta asimetría con bastante claridad: