Tecnica z inyeccion intramuscular

Inyección intramuscular deltoides

La administración de inyecciones intramusculares es una intervención de enfermería habitual en la práctica clínica.1 Este artículo tiene como objetivo concienciar sobre los puntos de inyección utilizados para la inyección intramuscular y destacar las mejores prácticas en relación con la administración de inyecciones IM.

No se puede subestimar la importancia de una buena técnica de inyección. No hay que olvidar que entre las posibles complicaciones de la inyección IM se encuentran los abscesos, la celulitis, la necrosis tisular, los granulomas, la fibrosis muscular, las contracturas, los hematomas y las lesiones de los vasos sanguíneos, los huesos y los nervios periféricos.2 Aunque la inyección IM es una práctica de enfermería habitual, existe una escasez de directrices para el personal de enfermería en este ámbito.3,4 Se ha señalado que no existen políticas o procedimientos de trabajo sobre la administración de inyecciones a los que el personal de enfermería pueda remitirse.

Lugares del muslo (recto femoral y vasto lateral) La captación de fármacos desde la región del muslo es más lenta que desde el brazo, pero más rápida que desde la nalga, lo que facilita mejores concentraciones séricas de fármacos que las posibles con los músculos glúteos.5

Inyección subcutánea

La técnica de las inyecciones IM ha cambiado en los últimos años debido a la investigación basada en la evidencia y a los cambios en el equipo disponible para el procedimiento. La elección del lugar de aplicación de la IM se basa en la edad y el estado del paciente, así como en el volumen y el tipo de medicamento inyectado. Al elegir el tamaño de la aguja, el peso del paciente, la edad, la cantidad de tejido adiposo, la viscosidad de la medicación y el lugar de la inyección influyen en la selección de la aguja (Hunter, 2008; Perry et al., 2014; Workman, 1999).

Las inyecciones intramusculares deben realizarse con cuidado para evitar complicaciones. Las complicaciones con las IM incluyen atrofia muscular, lesiones en el hueso, celulitis, abscesos estériles, dolor y lesiones nerviosas (Hunter, 2008; Ogston-Tuck, 2014a). Con las IM, existe un mayor riesgo de inyectar la medicación directamente en el torrente sanguíneo del paciente. Además, cualquier factor que altere el flujo sanguíneo al tejido local afectará a la velocidad y el grado de absorción del fármaco. Debido a los efectos adversos y documentados del dolor asociados a las inyecciones IM, utilice siempre esta vía de administración como última alternativa; considere primero otros métodos (Perry et al., 2014).

Inyección ventroglútea

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El método Z track es una técnica para inyecciones intramusculares (IM) que ayuda a mantener la medicación en el músculo. Obtenga más información sobre el propósito de la prueba, así como sobre lo que puede esperar antes, durante y después del procedimiento.

El método Z Track sólo se utiliza para las inyecciones intramusculares, y no para otros tipos de inyecciones.  El tipo y la cantidad de medicamento administrado ayudarán a determinar la longitud y el calibre de la aguja, así como la ubicación adecuada de la inyección.

La huella es el camino que hace una aguja a través de la piel, la grasa y el tejido muscular cuando se pone una inyección. Cualquier tipo de inyección crea una huella desde el lugar de la aguja. Cuando se retira la aguja, una pequeña cantidad de medicamento o de sangre puede a veces salir por la vía y filtrarse fuera del cuerpo. Esa fuga también se denomina rastreo.

Inyección intramuscular glútea

Los factores que influyen en la elección del músculo que se utilizará para una inyección intramuscular son el tamaño del paciente, así como la cantidad, la viscosidad y el tipo de medicamento. La longitud de la aguja debe ser lo suficientemente larga como para atravesar el tejido subcutáneo y llegar al músculo, por lo que se pueden elegir agujas de hasta 2,5 cm de longitud. Sin embargo, si un paciente es delgado, se utiliza una longitud de aguja más corta porque hay menos tejido graso que atravesar para llegar al músculo. Además, la masa muscular de los bebés y los niños pequeños no puede tolerar grandes cantidades de volumen de medicación. En los lactantes y los niños se pueden inyectar cantidades de líquido medicamentoso de hasta 0,5-1 mL en un sitio, mientras que los adultos pueden tolerar 2-5 mL. Las inyecciones intramusculares se administran en un ángulo de 90 grados. Las investigaciones han demostrado que la administración de medicamentos a 10 segundos por mL es una tasa eficaz para las inyecciones intramusculares, pero siempre hay que revisar la tasa de administración del medicamento según las recomendaciones de la farmacia o del fabricante[1].

Los sitios anatómicos deben seleccionarse cuidadosamente para las inyecciones intramusculares e incluyen el ventroglúteo, el vasto lateral y el deltoides. El lugar del vasto lateral es el preferido para los bebés porque ese músculo está más desarrollado. En general, se recomienda la zona ventroglútea para la administración de medicamentos IM en adultos, pero las vacunas IM pueden administrarse en la zona deltoidea. En las siguientes subsecciones se ofrece información adicional sobre las inyecciones en cada una de estas zonas.

Author: Gustavo Ferrer