Testimonio de un paciente de radiofrecuencia
El uso del ozono médico en el tratamiento del dolor crónico se está extendiendo progresivamente en España y hoy en día se utiliza tanto en centros médicos públicos como privados. Sin embargo, existe un gran desconocimiento sobre esta tecnología no sólo en atención primaria sino también en las especialidades médicas. Aunque sus bases bioquímicas están bien determinadas y existen en la literatura varias revisiones sistemáticas y meta-análisis que justifican su uso en la medicina del dolor, algunos profesionales siguen teniendo prejuicios al respecto. El nivel de evidencia del uso del ozono médico según los criterios de SIGN (Scotish Intercollegiate Guideline Network) es similar o superior a la mayoría de las técnicas utilizadas en una Unidad del Dolor. En este trabajo hemos realizado una revisión sobre la ozonoterapia en medicina del dolor, recopilando la evidencia publicada al respecto.
La ozonoterapia es el uso del ozono médico como sustancia terapéutica en patologías con hipoxia crónica, inflamación y desequilibrio redox en las que el ozono ha demostrado ser eficaz (Baeza et al., 2015). El ozono médico es una mezcla de oxígeno y ozono obtenida a partir del oxígeno médico mediante el uso de un dispositivo médico: un generador de ozono médico aprobado por un Organismo Notificado según la Directiva Europea 93/42 y la normativa nacional (RD 1591/2009). Los generadores de ozono médico para uso parenteral están clasificados en el epígrafe IIB de la clasificación de productos sanitarios de la normativa comunitaria. La ozonoterapia en medicina es una realidad creciente, y cada vez son más los profesionales que utilizan el ozono médico como herramienta terapéutica para diferentes enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo crónico y la inflamación, incluyendo el dolor crónico.
Opiniones impopulares en el tratamiento del dolor y la fisioterapia
El subtratamiento del dolor en los ancianos que viven en residencias es un problema importante. En las residencias de ancianos suecas, la enfermera titulada de guardia suele ser responsable de 20-40 pacientes durante el día, sin contacto diario con los médicos que los atienden. El objetivo de este estudio era investigar las opiniones de las enfermeras registradas en relación con el dolor y la necesidad evaluada de medicación para el dolor de los pacientes ancianos utilizando escenarios de pacientes. En este estudio se utilizaron dos escenarios de pacientes; se proporcionó un cuestionario e información de fondo. Los escenarios consistían en un paciente sonriente y otro con muecas, ambos con el mismo valor de la escala de calificación numérica del dolor, la presión arterial, la frecuencia del pulso y la frecuencia respiratoria. A los escenarios les siguieron tres preguntas sobre la evaluación y el tratamiento del dolor. El cuestionario se envió a las 128 enfermeras tituladas que trabajaban a diario en el cuidado de ancianos tanto en residencias municipales como en la atención domiciliaria municipal en la región de Suecia central. Participaron 56 enfermeras, con una frecuencia de respuesta del 45%. Los resultados mostraron que las enfermeras registradas con más experiencia no tenían la misma opinión sobre el dolor que el paciente sonriente y daban una medicación inadecuada, lo que no se ajustaba a las recomendaciones del hospital del condado y de la Organización Mundial de la Salud.
“técnicas avanzadas en el tratamiento del dolor” por el dr. gautam das
Antes de la intervención quirúrgica, es fundamental evaluar la ingesta actual de opiáceos5 , el uso de la terapia de sustitución de opiáceos para los trastornos por consumo de opiáceos15-17 , el malestar psicológico y otras características del paciente que se asocian con el consumo persistente de opiáceos después de la intervención. Entre los pacientes que se presentan para someterse a una intervención quirúrgica de la columna vertebral, la incidencia del consumo preoperatorio de opiáceos se aproxima al 50%.15 Por lo tanto, es probable que la formulación prequirúrgica cuidadosa de regímenes de tratamiento del dolor perioperatorio adaptados mejore la atención del dolor perioperatorio del paciente y, en última instancia, reduzca el desarrollo del dolor postoperatorio persistente y el consumo de opiáceos. Las intervenciones preoperatorias incluyen la educación del paciente en relación con los opiáceos y el tratamiento del dolor, la derivación a un especialista en adicciones en caso de trastorno por consumo de opiáceos no diagnosticado o no tratado, y el inicio de la administración de analgésicos no opiáceos. La educación de los pacientes sobre el almacenamiento y la eliminación adecuados de los medicamentos opioides no utilizados después de la cirugía de la columna vertebral, junto con la prescripción conservadora de opioides, son medidas importantes para combatir el exceso de opioides prescritos que puede contribuir al desvío y el uso indebido de opioides.18-20 En un estudio prospectivo de 140 pacientes sometidos a cirugía de la columna vertebral, el 73% tenía pastillas de opioides no utilizadas, el 92% informó de un almacenamiento inseguro de opioides y el 47% informó de una eliminación inadecuada de opioides 6 meses después de la cirugía.18
Opiniones impopulares en el tratamiento del dolor y la fisioterapia
Los clínicos especializados en el tratamiento del dolor crónico reconocen ahora que no se trata de una mera sensación, como la visión o el tacto, sino que el dolor crónico está fuertemente influenciado por la forma en que el cerebro procesa las señales de dolor.
El dolor crónico puede provocar reacciones emocionales, como el miedo o incluso el terror, dependiendo de lo que se crea sobre las señales de dolor. En otros casos (como en el deporte o en otra actividad atractiva y gratificante), el dolor crónico puede ser percibido por el individuo como una mera molestia, una sensación que hay que superar para poder continuar con la actividad.
El importante papel que desempeña la mente en el dolor crónico está claramente reconocido en la literatura médica, así como en la definición de dolor de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, que afirma que el dolor es siempre subjetivo y lo define la persona que lo experimenta.
El corolario es que el cerebro también puede aprender a gestionar la sensación de dolor. El uso de la mente para controlar el dolor crónico o el desarrollo de estrategias de afrontamiento para gestionar el dolor persistente pueden utilizarse solos o junto con otras terapias de tratamiento del dolor.